Reflejan la ausencia de la mano gubernamental.
Pedro Márquez.-
Aunque oficialmente se dice que son dos mil hectáreas las que no son sembradas en el Valle de San Luis, la percepción visual aumenta esta cifra, y la mayor cantidad se observa en jurisdicciones de los Módulos de Riego Dos y Tres.
Dicha superficie que destaca en los Ejidos Emiliano Zapata y el Emiliano Zapata Nuevo Baja California, así como en la Colonia Coahuila, luce enmontada con arbustos, pinillo y hasta mezquite.
Otros predios ubicados en la misma área, exhiben zoca de trigo de dos o tres años, mostrando que los apoyos para los trabajos de integración no se han recibido últimamente.
Aunque el problema se aprecia en la región centro y sur del Valle, también en la zona norte es perceptible, principalmente en lotes de la Colonia Moctezuma colindantes con el Bordo de Contención.
Al no ser sembradas todas esas tierras, se deduce que los propietarios de ellas están vendiendo los volúmenes de agua de sus permisos, descansando así las parcelas.
La familia Ramírez del Ejido Lagunitas que tiene años sin sembrar, pero rentando la tierra con agua, manifiesta que esta determinación se tomó por la incosteabilidad de la actividad en los cultivos convencionales, así como por la desaparición total de los apoyos.
Anteriormente, recuerda Ramón, si al productor le iba mal en la comercialización de la cosecha, los apoyos lo salvaban, de tal manera que podía seguir en la actividad sin llegar a la cartera vencida.
Hoy no, dijo el miembro de la familia de veintitrés hectáreas de tierra arenosa, si no se alcanza a cubrir el avío, inmediatamente vas a cartera, dejando la tierras sin sembrar.
Eso es el argumento principal que hace que mucha tierra esté ociosa, sostiene el ejidatario.